Huellas en el cemento

Cuantas veces dejamos nuestras huellas en lugares o personas; sin darnos cuenta a veces. Podríamos decir que en nuestra vida, gente nos dejó huellas grabadas. Algunas como pisadas en la arena, que el viento y el agua borran rápidamente, otras como en el barro, que al secarse parecen eternas pero a la primer lluvia fuerte desaparecen. Por último están las hechas en cemento, que ni el viento y el agua pueden borrar, sino que hace falta destruir ese pasado de cemento y volver a contruir otro.
Mi deseo es que tanto las huellas recibidas como las que haremos, sean dignas de recordar con alegría; no importa cuál sea su duración; sino su belleza.