En la calle floria, una refugiada de Ucrania pide limosna. Encima de su cabeza, hay una inscripción, con el nombre del responsable de mucho conflictos. Que a cambio de poder no duda en someter a cualquier nación. La gente camina indiferente a su lado, porque a veces tenemos el corazón tan frío, que vemos estas cosas como algo mas del paisaje.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario